El divorcio y el derecho de familia implican el proceso legal de terminación de un matrimonio y la solicitud y concesión de manutención del cónyuge, custodia de los hijos, manutención de los hijos y distribución de propiedades, entre muchos otros. El divorcio puede ser certificado por un tribunal de justicia para disolver la legalización de un matrimonio en algunas jurisdicciones. Los términos del divorcio deben ser determinados por un tribunal bajo la ley de familia que se ocupa de asuntos relacionados con la familia que terminan una relación y asuntos auxiliares que incluyen anulación, acuerdos de propiedad, pensión alimenticia, responsabilidad parental y más.
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Las primeras leyes escritas sobre el divorcio se pueden encontrar en el Código de Hammurabi, que se introdujo por primera vez en la antigua Babilonia. A los antiguos griegos y romanos se les permitió divorciarse a través de solicitudes hechas a los magistrados y después de una adecuada y seria circunspección. Sin embargo, el divorcio estuvo restringido durante el reinado de los emperadores Constantino y Teodosio, ambos cristianos. Los años siguientes vieron la influencia de la Iglesia cristiana en la prohibición del divorcio. Sin embargo, ya en el siglo XI, aunque el divorcio estaba prohibido, la anulación del matrimonio era bastante popular. Esto también se conoce como separación legal que separa físicamente a esposos y esposas y les prohíbe vivir juntos. La autoridad de la iglesia determina las causales de anulación porque los tribunales civiles durante este tiempo no tenían poder sobre el matrimonio y el divorcio.
El derecho de familia, por otro lado, también puede tener sus raíces en la antigüedad, cuando se daba suficiente consideración e importancia al bienestar de la familia, especialmente de los niños. En los Estados Unidos, las leyes que rigen la familia se promulgaron después de la Revolución y cubrían el matrimonio, la crianza de los hijos, la ilegitimidad y otras relaciones familiares. El primer libro de derecho de familia titulado Relaciones domésticas se publicó en 1870 y este institucionalizó las divisiones básicas de la ley y sus compromisos ideológicos fundamentales, como la primacía de la elección individual en el matrimonio y el control de los padres sobre la crianza de los hijos. Otras políticas bajo la ley de familia durante esta época incluyeron el matrimonio de derecho consuetudinario, el aborto antes de los primeros movimientos fetales, los derechos de los niños ilegítimos y la adopción del divorcio judicial.
El divorcio en los Estados Unidos se legalizó por primera vez en el estado de Maryland en 1701. Carolina del Sur declaró legal el divorcio entre 1949 y 1950 y en 1970, el estado de Alabama legalizó el divorcio sin culpa. El divorcio sin culpa es un tipo de divorcio que no requiere alegaciones ni pruebas de culpa de ninguna de las partes. En la actualidad, 49 estados de los Estados Unidos han adoptado leyes unilaterales de divorcio sin culpa. Esto surte efecto por varias razones que incluyen incompatibilidad, diferencias irreconciliables y ruptura irremediable del matrimonio. El divorcio por culpa, por otro lado, requiere que los cónyuges rompan un matrimonio por culpa. Otros tipos de divorcio incluyen el divorcio sumario, el divorcio de mutuo acuerdo, el divorcio colaborativo y el divorcio mediado.
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